aortega.net
  • INICIO
  • ITALIANO
  • VIDEOS
  • FOTOS
  • REFLEXIONES
  • ARTICULOS
  • RECONOCIMIENTOS
  • CONTACTO

TEJIENDO HISTORIAS

10/12/2014

2 Comments

 
Picture
TEJIENDO HISTORIAS
Alejandro Ortega Trillo

          Los ojos del mundo miran hoy a la familia. Hay preocupación. La estadística mundial es alarmante. Los divorcios, las infidelidades, la violencia doméstica y el porcentaje de familias disfuncionales alcanzan ya niveles pandémicos. Más de la mitad de los bebés cuyas mamás tienen menos de 30 años nacen fuera de una familia naturalmente constituida.

La Iglesia Católica –cuyo camino primero y principal es el hombre– reconoce en la familia el ámbito natural del nacer, del crecer y madurar, del amar, del convivir, del encontrar una cierta plenitud ya en esta vida. Su reflexión sobre la familia hoy se hace “Sínodo”; es decir, “camino compartido”. El Sínodo es tiempo de reflexión, análisis, escucha y propuesta.

          En el corazón de la crisis familiar late una profunda crisis de fe. No sólo en la enseñanza de la Iglesia, sino sobre todo en la capacidad del hombre para amar y perseverar en el amor. La Dra. María Lacalle Noriega, experta en Pastoral Familiar que participa en el Sínodo, habla de “pesimismo antropológico”. Si no se cree más en el amor humano, en su fuerza cohesiva y en su capacidad de desafiar el tiempo y las dificultades, brota espontánea la tentación de bajar la exigencia y poner parches a lo irremediable.

          Por otra parte, la familia es la casa y la escuela del amor. Si se desfigura o desvirtúa, la humanidad sale perdiendo. En la familia, la humanidad se juega demasiado. Experimentar nuevos modelos –generalmente ajenos a su constitución natural– es hacer de la humanidad un conejillo de indias. En este sentido, los políticos y legisladores tienen una responsabilidad particular. Su papel es tutelar y favorecer las políticas, instituciones y configuraciones sociales en armonía con las exigencias naturales de la vida familiar. Siendo ella la célula básica de la sociedad, el estado debería entender que cualquier enfermedad en ese nivel enferma la sociedad entera. Las fracturas sociales que todos constatamos y que tanto lamentamos (inseguridad, delincuencia, violencia, injusticia y exclusión) son la repercusión a nivel macro de las fracturas a nivel micro que se dan en el seno de tantísimos hogares. Basta mirar los expedientes e historiales en cualquier juzgado penal. Muchos criminales cargan más consecuencias que culpas. Su actitud antisocial y disruptiva no es más que el rostro de una familia rota.

Por el contrario, la armonía social y el progreso verdadero nacen de familias bien constituidas, educadoras y humanizadoras. Porque antes que un “animal social –como dice Sánchez Dragó– el hombre es un animal cordial y la familia es la forma menos imperfecta de la cordialidad humana”.

          El reto que afronta el Sínodo de los Obispos es enorme. Las cuestiones abiertas son muchas y delicadas. La prensa ha focalizado el tema de los divorciados vueltos a casar. Sin duda, es un tema importantísimo; pero, por desgracia, no el mayor de los problemas. Existen atentados más graves contra la vida familiar.

Consciente del desafío, el Papa Francisco convocó una Vigilia de Oración la víspera de la inauguración del Sínodo en la Plaza de San Pedro. Ahí dijo: “Es significativo que –incluso en la cultura individualista que desnaturaliza y hace efímeros los vínculos– en cada nacido de mujer permanezca vivo un anhelo esencial de estabilidad, de una puerta abierta, de una persona con la cual entretejer y compartir la historia de la vida, una historia a la cual pertenecer”. Un mundo sano necesita familias sanas. Quizá por eso G.K. Chesterton, con su habitual perspicacia, escribió: “Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen”.

aortega@legionaries.org  Alejandro Ortega Trillo es sacerdote legionario de Cristo, licenciado en filosofía, maestría en humanidades clásicas, conferencista y escritor. Es autor de los libros Vicios y virtudes y Guerra en la alcoba. Actualmente coordina la pastoral familiar del Movimiento Regnum Christi y trabaja apostólicamente en Roma.


2 Comments
Leticia J. Ramirez
10/13/2014 12:10:17 am

Gracias por darnos toda esa informacion. Que Jesus y Maria Santisima sigan bendiciendo todo su trabajo y sacrificios por todos y cada uno de nosotros.

Reply
No nuca Navarro
10/13/2014 12:17:06 am

gracias Padre por sus publicaciones, desde que estaba en el Centro Estudiantil me ayudaban a perseverar y ahora conquistó a mi esposo con una de sus conferencias.
Que Dios le acompañe muchos años más.

Reply



Leave a Reply.

    Imagen
Powered by Create your own unique website with customizable templates.